LA NIÑA DEL BOSQUE Y EL ESPEJO MÁGICO.

Casi todos los cuentos e historias infantiles empiezan así... Había una vez...   Una niña que vivía, muy adentro del bosque... allá,...


Casi todos los cuentos e historias infantiles empiezan así...
Había una vez...  
Una niña que vivía, muy adentro del bosque...

allá, por entre las montañas, sin más compañía que 
los animales, que habitaban entre el monte.

Una mujer anciana la crió desde pequeña pero no

 le reveló nada de su origen, sólo le enseñó  a  leer
 y a  escribir, y las labores propias de una niña de
su edad.... 

 la llamaba por el nombre de... Branwen.
Al morir la anciana y no sabiendo a quién recurrir,

ni qué más hacer... Decidió vivir su orfandad y crecer

en la vasta y hermosa campiña... 

Se volvió casi poeta, de tanto describir en estrofas y
versos, su diario vivir.
No escribió del dolor porque no lo conoció...¡ Ah!
Pero de la luna le nació la inspiración...
Por su ventana entraba su luz que la bañaba de plata,
y alumbrada con un viejo quinqué, no necesitó más
que papel y lápiz para escribir; de su mente brotaban
con fluidez las palabras precisas para desgranar en
finas líneas, su bienaventurada soledad, y sin muchos
deseos de salir de ese encantador lugar.

Tenía hortalizas, árboles frutales, maizales, y un lindo
jardín, que era su adoración.
Al recoger la cosecha, separaba de lo mejor para ella,
lo demás lo llevaba dos días por semana al mercado
del único pueblo que había en varios kilómetros a su
derredor.
Cargaba su carreta con toda su mercancía y era su
asno "Rubén", el encargado de llevarla.
Luego subía a su caballo "Rosel" el cual era de fina 
estampa y lustroso pelaje, y montada en el se iba a la
par de su asno  "Rubén".
Muchos habían tratado de comprarlos, pero con una
encantadora sonrisa decía... No se deben vender los
amigos...
 "Rubén" y "Rosel", eran amigos muy especiales.
Cualquiera pensaría que siendo una niña, era fácil 
de manipular o engañar... 
Pero Branwen era la excepción... Era una niña, pero
con una sagacidad innata en ella...
Nunca ofendía a nadie... 
Siempre supo cómo hacer desistir a, esas personas 
adultas que se querían aprovechar de su niñez. 
En una ocasión en que se echó a perder la cosecha.
Tomando un pandero se fue a la plaza del pueblo,
y danzó en presencia del Alcalde y su familia...
Todos aplaudieron, y alabaron su gracia y donaire.
El alcalde la invitó a comer a su casa, estaba muy
contento y deseó honrarla como se merecía...

Sabía de ella como todos los del pueblo, y la
 niña era estimada y respetada por todos ellos.
Branwen se sentía muy halagada con tantas 
atenciones...
Cuando se sentó a la mesa lo hizo en forma muy
correcta e hizo gala de sus modales más finos...
Todos sonreían satisfechos y comieron contentos
de compartir sus alimentos.
Branwen nunca había comido carne, les contó
que su principal fuente alimenticia eran granos, 
frutos, y verduras.
La vieron probar con verdadero deleite de todos
los deliciosos manjares.
Ya con su estómago satisfecho, con una gran
sonrisa, mostró su gratitud a sus anfitriones.
Ellos estaban admirados de su belleza y su forma
adecuada para expresarse.
Habían escuchado un día, a sus criadas, que ya
no había personas como ella..
¿Pero quién era ella? Nadie lo sabía... Además...

¿Quién pudo abandonar a tan preciosa criatura?
Y así en esa temporada de pérdida, ella se dedicó 
bailar y a decir sus poemas en medio de la gran
plaza... 
Todos aplaudían y le sonreían...
Algunos decían... Tiene gracia... Otros decían...
tiene amor...y lo da con tanta alegría... 
¿De dónde viene ella?
Unas mujeres del pueblo comentaban... 
Siempre llegamos temprano y  la esperamos con 
sus frutas y verduras...
Y la vemos cuando llega y cuando se retira;
pero antes de irse va a la tienda y compra las cosas
que necesita...
Sí... Dice Matiana; afirmándolo al mover la cabeza
agregando en un tono entre burlón y malicioso... 
Dice que compra poco... Porque en su "hacienda" 
lo tiene todo...
Georgina se ríe y comenta... 
¡Es una ocurrencia de ella!... 
Porque todos sabemos que vive en una vieja cabaña
por entre el bosque...

Matiana  dice pensativa... 
Todos sabemos de donde vive y a lo que viene... 
Pero.... 
Hizo hincapié con acento lleno de curiosidad...
Nadie sabe dónde nació, ni quienes son sus padres.
Parece ser que es huérfana... Dijo Georgina con el
rostro apesadumbrado...
Ambas asintieron con  la cabeza y suspiraron con 
pena, exclamaron casi al unisono... ¡Pobre niña! 
Matiana siguió con la misma charla....Pues ya 
muchos le hemos ofrecido casa, pero se niega... 
Dice que es feliz con los animales y la magia
de la naturaleza... Y que incluso... Bailan...

 Y cantan... Para ella...




¿Tú le crees?
 Dijo Georgina con tono de incredulidad.
¡Claro que no!... Es una niña con mucha fantasía.
Ignoraban que la dulce niña desde muy pequeña, 
ella descubrió que entendía los sonidos y cantos 
que provenían de los habitantes del bosque...
Y que especialmente las flores le rendían honor
como si fuera su reina.

Ella entendió entonces que había algo en ella
 que la distinguía de las personas comunes...
También descubrió que de sus manos salía
energía... 

Eso le divertía, pero también entendió que 
debía ocultarlo...
Hasta no saber su origen y el porqué de ese
poder.
Decidió usar ese poder en el beneficio propio
de sus tareas cotidianas...

De noche trabajaba en las siembras y recolección,
y todo lo que fuera trabajo pesado...
Ayudándose con su magia...

 y mientras con su magia hacía el trabajo 
ella se divertía  jugando con las únicas amigas
que conocía... 
Las haditas que le hacían compañía



 Y si de casualidad andaba alguien por ahí cerca...
Sus perros gruñían feroces, avisándole con fuertes
ladridos...


Esperaba un tiempo prudente si usar la magia
porque  no quería ser descubierta usando ese poder, 
así que trataba de terminar lo más rápido posible, 
y se iba a descansar...


Así... Podía cuando era de día... Ir a andar por el
campo y visitar el manantial, la laguna y el río,
e internarse por las montañas y serranías del derredor.



Así pasaron los días, los meses y los años...
¡Cómo han pasado los años!... Dijo al observarse
en el espejo que había comprado en una tienda
de antigüedades...
Su cuerpo había sufrido cambios importantes...
Pasó su mano por sus caderas... Ahora eran más
redondas... Y sus senos juveniles se asomaban
inquietos por el escote discreto de la blusa.
Se sintió muy triste... 
Ella no quería ser un adulto... Suspiró resignada
¿porque los adultos se preocupan tanto?
Que se olvidan de sonreír...

Se arrepintió de comprar el espejo... 
¡Espejo malo!
El espejo le respondió... ¡Hey!
Yo no tengo la culpa... Te acabo de conocer.

¿Cómo es que hablas?.. Ella le preguntó.



Porque soy un espejo muy especial... y que
 además... guarda en su interior, un secreto... 
¿ Lo quieres saber?
Ella se sentó en el piso y le contestó... Si me lo
cuentas... Ya no será un secreto.
El espejo insistió de nuevo...
He esperado mucho tiempo para ser comprado 
por ti... Haciendo una pausa continuó...
 ¿Y no te interesa conocerlo?
Debo decirte que mientras esperé con paciencia 
el momento de conocerte...
Me divertí conociendo las historias de cada objeto 
que es vendido ahí en esa  tienda que me compraste... 
Así es como supe esta historia...
Por cierto... Gracias por rescatarme... 
Ya me empezaba a aburrir... Bosteza ruidosamente
queriendo llamar su atención...
A ella no pareció interesarle más e hizo ademán
de retirarse.
¿Pero... Te vas? ¡Qué descortesía!... 
Dijo con sentimental decepción el espejo... 
Debería de castigar tu indiferencia, con un trato igual.
Pero está bien... 
Viniendo de la hija de Calipso un hada tan importante.

Ella abrió su boca e hizo un gesto de curiosidad. 
¿Sabes quién soy y el nombre de mi madre?...

Logrando su atención, el espejo se  sintió importante
por quizá ser el único conocedor la historia de Branwen.

Branwen lo envolvió en preguntas que nunca
tuvieron explicación...
¿Por qué fui abandonada?
Tu madre no te abandonó, le pidió a su nana 
que te llevara lejos de la tierra de Anjana 
para protegerte...
¿Protegerme de qué? ¿ Quién querría dañarme?

Todos quieren a las hadas... Y si soy hada...
¿Por qué no tengo alas?

Te fueron cortadas para ocultar tu identidad y 
salvar tu vida bueno... Eso me contaron.
Le dijo con tono de disculpa... 
Una a una el espejo fue contestando, todas las 
dudas, y preguntas de su origen...
Tu madre era Calipso un hada con gran magia 
y poder en ella.

 Pero se enamoró de un hombre mortal...

 y de ese amor naciste tú...

Fueron felices por algún tiempo...

Pero las Marifen no veían con buenos ojos a
tu padre... Un simple mortal.
Esa fue la causa de una disensión en la tierra de
 Anjana... 
Siendo tú aún muy pequeña...

Tu padre salió para luchar contra un ejército
que estaba destruyendo a su gente y a su país...

Desgraciadamente murió en batalla... 
Morgana aprovechó que tu madre estaba
desconsolada para revelarse contra ella y 
la acusó de faltar a la ética de un hada, la
principal acusación era que ella era la reina 
de la tierra Anjana, y él un simple guerrero...

Aún así, Calipso contaba con la simpatía de 
todas las hadas,  pero no de las Marifen...

¿Quienes son las Marifen?.
Preguntó Branwen.
Son hermosas mujeres con alas de mariposa,
contestó el espejo.

Pero envidiosas de la gracia y bondad de las hadas,
que son reinas eternas en ese reino de ensueño del
 cual provienes tú... 

Las marifen aprovecharon para rebelarse en 
contra de su autoridad... 
Porque Morgana su reina decidió quitar del 
trono a tu madre, y sus cómplices fueron
todas las Marifen.

Por supuesto que tu madre las enfrentó con valentía,
pero ellas eran superiores en cantidad y fuerza...
Siempre fueron el ejército de guerreras de la tierra
de Anjana... 
Pero no tuvieron lealtad a su reina...

Tu madre murió y con ella, muchas hadas más.

El espejo bajó el tono y su voz se escuchó fúnebre.
Culminó su historia... 
Murió en brazos de su nana, le ordenó cortar tus 
alas y escapar contigo.
Sólo que al salir de tierra de Anjana, envejeció con
tanta rapidez que muy apenas pudo cuidarte por
 poco tiempo... 
El resto de tu historia, tú lo conoces mejor que yo.
Branwen se sintió muy triste...
Por eso no quería crecer... Ahora sentía enojo y
deseos de destruir y de aniquilar ese ejército de
 Marifen que mataron a su madre y a tantas
 hadas buenas...
Sabía que habían sido motivadas por el despecho
y la envidia... 
Y la excusa fue la supuesta falta de Calipso...

¡No!... No aceptaría esa excusa... 
Exclamó... ¡Nunca jamás será delito amar! 
Tener en su corazón esos sentimientos, la hizo
caer al suelo de rodillas y llorar... Lloró por un
largo rato y finalmente tomó una decisión...
Iría en son de guerra a tierra de Anjana, si ellas
las marifen pelearon contra su madre por celos
y envidia...
La diferencia era que ella pelearía para vengar 
la muerte de su madre y recuperar ese lugar 
donde ella naciera.

Las marifen serían sus esclavas y las haría 
tributarias... 
Si es que querían vivir...
Morgana no correría con la misma suerte... 
Ella pagaría con su vida, la vida que le quitó 
a su madre...
Así... 
De la noche a la mañana cambió todo 
para esa niña... 

Al verse en el espejo notó que ya no era una 
niña...  Ahora era una mujer... Pero...

¿Cómo podía una campesina enfrentar a un 
pueblo de esa dimensión?
Toda su magia y poder no sería suficiente.
Aunque no tenía la sagacidad de un estratega...
Empezó a planearlo todo; 
la vida la había puesto en esas circunstancias... 
Se quitó del hermoso rostro la inocencia...
Dibujándose en ella ahora la furia de una 
guerrera; ya no era la dulce niña que conquistara
a un pueblo con sus poemas...
Ahora era una real princesa con el corazón lleno
de deseos de venganza...

y ansiosa por empezar una guerra...

Preguntó al espejo dónde podía encontrar a las 
hadas
que habían sido desterradas de tierra de Anjana.

Mira no se fueron lejos de ahí, porque ellas 
sabían que morirían si regresaban al reino y se
escondieron en las tierras de los ogros...

 Saben que a  las Marifen les escandaliza verlos...

 ¡Hum! ¡Presumidas!
 Exclamó con enojo el espejo.

Branwen se convirtió en una líder dispuesta 
a luchar  por restituir a ese pueblo su lugar de 
origen... ¡Echaría fuera a las marifen!

Branwen fue aceptada con cariño y con gran
regocijo de ver que estaba viva.
Aceptaron sus ideas y mando, no porque fuera 
la hija de Calipso su reina, sino porque vieron en
ella,  esa fuerza para gobernar un pueblo.
¡Antes que hadas debemos ser guerreras!
Fueron sus palabras dichas en un fuerte grito.

Sus palabras estaban llenas de ánimo y dichas
con gran fuerza para que todas oyeran...
En un mismo grito todas respondieron... 
¡Sí!
Ellas eran pocas, pero las aleccionó para ser 
jefes de mando, estrategas y dispuestas a entregarse
completas...
Pero le faltaba un ejército... Y las llevó ante él...
Eran todo un ejército de mariposas de preciosos
colores.

Así mismo, puestas sobre sus patas, usó su poder
y las vieron crecer y cambiar su forma natural 
de ser... Ahora eran iguales a las Marifen...

Una de las hadas dijo... 
¿No se volverán contra nosotras, como las otras?
Branwen respondió con mucha seguridad... Ellas son mis amigas, y sé que no me traicionarán...
Serán escudo y arma, nos defenderán hasta que 
dejen de batir sus alas...
¡Ah! pero tendrán su recompensa... Esta es y será 
que se quedarán con nosotras para siempre;
en tierra de Anjana... 
Luego preguntó... ¿Hay alguna objeción?

¡Ninguna! Dijeron las hadas... 
Ellas engalanarán con su belleza la tierra de 
Anjana  y suplirán a las Marifen...

Cuando Morgana supo que la hija de Calipso
estaba viva, y que le estaba declarando la guerra,
Se atrincheró y preparó a su ejército completo...

No faltaría ni una marifen  para ir al frente. 
Todas irían contra Branwen.

Al ir todas al frente no pensaron en cubrir sus 
espaldas; ese descuido fue bien aprovechado
por Brawen.
 Sabía que ella lo haría así en su apresuramiento
por defender su territorio de la invasión de las
hadas...

Así empezó esa guerra... Un sólo pensamiento en
cada mente... ¡Matar o morir!
Las marifen fueron atacadas por ambos lados.

Las Marifen sucumbieron al ser atacadas por
dos flancos... Desde su retaguardia y por el frente.
Y...
Morgana tuvo que enfrentar a la hija de Calipso,
Aún y cuando vio su furia desatada y en su gesto
la condena, por haber dado muerte a su madre,

no se rindió ni suplicó... 
Sabía que su condena era morir por haberse
rebelado un día, traicionando a la reina de
tierra de Anjana...
A manos de su hija Branwen recibía el pago
a su codicia.

Después de esa guerra entre hadas y marifen...

todo volvió a ser felicidad en tierra de Anjana.
Había danza, y felicidad en las hadas y nueva tribu
de mariposas leales...

A su reina Branwen

Hubo armonía entre todos... Reyes, Reinas y guerreros.
de todas las tierras.
Porque...
Brawen... La que antes fue la niña del bosque...

 Ahora era su nueva Reina.

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