PERSEGUIDA POR LA FATALIDAD

A mí no me persigue la ley... Yo ya estoy presa en los recuerdos del infierno que pasé... Y... No... Si no te han puesto un arma ...


A mí no me persigue la ley...
Yo ya estoy presa en los recuerdos
del infierno que pasé... Y...

No... Si no te han puesto un arma
en el pecho y mientras escuchas 
los insultos más graves y te amenazan
de forma inmisericorde y en tu mente 
se ha clavado el puñal del dolor de 
ver que, quien lo hace... 
Es el hombre al cual has jurado amar 
hasta el final de tus días...

No sabes nada y no puedes juzgar,



¿Él por qué no he podido olvidar? 
Porque...
Esas palabras, que tal parece me
taladran la mente, día con día y no
me dejan razonar, mucho menos
pensar u olvidar...

Voy caminando con lentitud de tal manera.

Que tal parece que, que no lo hago, o 
que no quiero llegar... Si todavía no sé 
a dónde voy...
¿Cuál es la prisa en llegar?

Y el dolor de sobrevivir y dar las
gracias al creador, por darme una
oportunidad de regresar del más allá...

¿Y qué? Si hasta de mí misma huía,
para no enloquecer...

Tanto tiempo que corrí para sobrevivir, 
hasta que cansada de correr, ya resignada.

Me senté y esperé ver a la muerte llegar...
¿Que si tenía miedo? Tú...
¿Has estado a punto de morir tantas veces?
y tanto tiempo que los segundos te parecen
días, los minutos, meses, y los años
te parecen una eternidad?
¿Miedo? No... Porque...
El miedo es sobrepasado por el terror...

Esconder a tus bebés en un armario, 
taparte la boca para no gritar y que
no se asusten... ¿Te daría miedo?
No... 
El miedo es, a que los maten también.
Eso no lo hubiera podido soportar...

Porque yo me hubiera dejado matar, 
para ya no correr... Estaba tan cansada.


Ahora tengo que soportar el juicio,
de los que se creen con derecho a
juzgar... 
Me preguntan...
¿Por qué no has perdonado? 
¿Perdonar por qué?
¿Porque el dolor del puñal ya pasó?  
¿Y el miedo de morir también?
Pero y el recuerdo de esos momentos,
y las palabras hirientes...
¿Quién las borrará?
¿El tiempo quizá?     

 ¡Ojalá!
Es demasiado fácil pretender que 
nada pasó para que otros se sientan
bien... No quiero que incomodar a los
que me dicen... ¡Tienes que perdonar!
¿Se olvidarán las cosas al perdonar?
¡Ojalá!
Pero... 
Me siento tan, pero tan, imperfecta.
¿La verdad?
No me importa saber si lo perdoné.
No me importa saber, si en el cielo esté...
O en los apretados infiernos...
Muy justo sería que él gustara un poco
de los muchos infiernos que a su lado
pasé.
A mí no me persigue la ley... 
Yo ya estoy presa en los recuerdos de 
lo que pasé.

  Copyright.
  Derechos reservados.
  Escrita por Ely Rmz                                                 
                                           
                                                                                


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