MI VIDA Y EL FUEGO: METÁFORA UNO.

Viendo las llamas de esa fogata...

Vi algo que me resultó familiar...
Que en esa nítida llama...
Se refleja mi vida, de forma muy similar,

Que ese es; un muy parecido fuego.
El cual me consume por igual.

Consumiéndome en mi propia hoguera,
y viendo el crepitar de esas llamas...

Que así como salen de la fogata...
Crepitan como lenguas de fuego dentro
de mi ser...

Al ver volar con el aire las chispas que
salen de los leños...
De igual manera brotan desbocadas; las
intensas emociones de mi alocado corazón.
Comparando el fuego que consume esos
leños muy lentamente...
Y con esa misma lentitud, se deshacen,

Mis sentimientos por igual
¿Hay cenizas?
Pues si aún no las hay... Seguramente las habrá.
Y también es lo más seguro que, con el viento
se dispersarán sin un rumbo fijo, así como rumbo
fijo no tengo yo.

¿Soy un viajero?
Sí... Y ya estoy tan cansada... De andar...
Pero no tengo a dónde llegar...
Como todos yo tengo una casa pero no
quiero regresar...
Porque busco como un peregrino un hogar en
cada lugar.
¿Qué a dónde me dirijo?
¿Cómo lo voy a saber?
Camino indecisa por una vereda que no sé a
dónde me llevará.

Seguro habrá piedras donde como siempre,
me tropezaré... Pero ya no caeré...
Porque ya caí una vez...

¡No! Ya no volveré a caer...
Busco ríos de agua cristalina para mitigar
mi sed...
Árboles de grandes ramas que, con su sombra,
me cubran un poco del ardiente sol, que me
quema la piel...