¿CÓMO HUIR DE MIS RECUERDOS?

¿Cómo huir de mis recuerdos?
¿Cómo olvidar lo vivido?
¿Y a empezar en ceros de nuevo?

¿Cómo sacar la espada de mi pecho?
Porque mi ser completo ha sido atravesado
de lado a lado... Por la más certera de las
flechas, la cual me dio en la cabeza...

Creo que mi
cerebro, de tan dañado no piensa...

Y toda mi razón de ser, yace inerme.

Y es en medio de mi misma mente, justo
donde está mi subconsciente... Y...
En el subconsciente...

Grabados, mis anteriores recuerdos...
Como con cincel de hierro...

Mucho más fuertes que todos mis esfuerzos...

Y el subconsciente es solo una débil cortina

la cual se abre cada momento...

Lo que no entiendo de la medicina... Cómo es
que busca, específica, el lugar donde está la
enfermedad y la cura... Así sea un pie o un
codo, pero es indudable que uno, es curado,
al ingerir lo recetado...
¿Dónde encuentro la medicina que cure mi
alma?... Que me borre del pensamiento
eso que me tortura...

Me viene al pensamiento... Y...
Hay un dicho, y dice: Que el tiempo todo lo cura...
Y... ¿Entonces.? ¿Acaso mi mente no lo entiende?
O... ¿Soy yo la que no comprende?

Es insoportable recordar el ayer...
¿Por qué no nací hoy?...
O... ¿Mañana?
O... ¿Por qué mejor no existí?
Entonces no habría ni dolor, ni recuerdos
adyacentes en mi cerebro...
Sonrío con amargura...
¿Dónde habré escuchado esas palabras?
¿Acaso no hay sufrimiento más grande
que el mío?
Ya lo creo... Hay muchos que han sufrido,
tan intensamente o muchísimo más que yo...
Y... Yo aquí lamentándome por... mi pasado...

Si Dios quisiera ya me habría destruido...
Espero no irritarlo con mis constantes
quejas... Mi rebeldía, que raya en osadía...

Luego dicen...
¿No vale más perro vivo, que león muerto?
Creo que si siento dolor... aún estoy vivo...
Y si respiro, eso sin duda lo confirma...
Entonces... ¿Porqué mis quejas?
¿Qué quiero? ¿Una recompensa?
¿Algo que me resarza del daño causado?

O... ¿Quiero ver si es cierto que el tiempo,
todo lo cura?... Y... ese otro dicho que dice...
Que no hay mal, que por bien no venga...
¿Qué bien puedo recibir de todo,
este mal recibido?
Esperaré... ¿Será cierto?
Después les cuento...