REINA SIN CORONA

La reina que buscando el amor... Tiró su corona un día... ¿Qué ha sido de esa reina? Sí... Esa: Que camina tan erguida y soberb...



La reina que buscando el amor...
Tiró su corona un día...
¿Qué ha sido de esa reina?
Sí... Esa:
Que camina tan erguida y soberbia.


Quien teniendo el mundo a sus pies...
Se creyó la dueña del universo.

Pisando con donaire, las reverencias
de su pueblo...


¿Para qué salió de su palacio?
 Acaso... ¿No le bastó su reino?
¿Porqué esa avidez de andar fuera de el?
 Acaso...
¿No escuchó el conocido cuento, del lobo
que ronda allá afuera?


 Acaso...
¿No hubo quien le advirtiera?
¿Por qué esa avidez de conocer fuera?

Acaso... ¿Hubo la necesidad de salir de
su entorno para que el amor conociera?
Acaso...
¿No le bastaron los pretendientes de su
entorno? Los que hubieran peleado por
ella, si tan solo, les hubiera dado tan
siquiera una leve sonrisa y una mirada
de que tuvieran una poca de esperanza.
¿Acaso?
¿Tiene un precio el amor?

Porque a ella le ha costado la corona
y su dignidad de real doncella...

Sin pensarlo se entregó y dejó de ser
la real doncella...
Ahora es solo una mujer... que fue hecha
prisionera...
Por el hombre que amor eterno le jurara...
Y quien obrando sin piedad...
echándola en una cisterna, se burló de ella.

Acaso...
¿Existió el amor para ella?
Creyó en el juramento de un embustero.
Y, cuando cuenta se dio del error...
¿Acaso se arrepintió de dejar su corona
y su reino por un amor traicionero?
¿Fue para ella suficiente el castigo de
la humillación y el descrédito?
Además...
Perdiendo la dicha... Conoció el dolor...

Sus ojos que otrora no conocían el llanto...
ahora son fuentes de agua y no cesan de
llorar.

Porque...
Antes de ser despreciada públicamente...
Le fue cortado su hermoso cabello.
Que era como el símbolo de sus ilusiones
bellas.
Trasquiladas sus uñas... Que son el símbolo
de las armas para su propia defensa.
¿Qué pensaste querida reina?
¿Que con el amor se ganan las guerras?
Cambiaste tu arrogancia,
tu donaire y soberbia
por tan solo un "poquito" de ese amor...
 ¡¡Bah!!
¡Amor!
¡Palabra cumbre donde se columpian muy
ufanos los poetas!

Y, a cambio de ese "poquito de amor"
supiste por primera vez,
lo que era la humillación y la vergüenza...
¿Porqué habiéndolo entregado todo?
¿No guardaste un poquito para algo de
reserva?
Y ahora huyes...
Corres y corres...
Tratando de escapar de tu tragedia...


Y cuando te vence el cansancio...
En cualquier rincón te acuestas...


Casi desnuda, descalza, caminando como
muerta, con los ojos muy abiertos...
pero viendo sin ver...
Recordando el ayer...
¡Todo! ¡Sí "Todo"!
¡Sin importar todo lo que tuvo!

Un reino majestuoso... 

Un tesoro en valiosas joyas...


Todo... ¡Absolutamente todo!
Lo hubiera cambiado... por tan solo un
"poco de amor y de respeto"
del hombre que había amado.
Y... No...
No lo pudo tener...
Y una honda tristeza se apoderó
de su corazón...

Y... No...
Tampoco hubo quien la socorriese...
A todos lados volteaba y solo había
miradas llenas de hostilidad...
Y también escuchó murmullos
maliciosos que hablaban de ella...

¿Por qué mejor no se callan y la
 dejan de juzgar con tanta dureza?

¿Y porqué también se le niega el

 derecho de regresar?
 ¿Regresar?
¿Cómo?
 ¿A dónde?


¡¡No!!
¡¡No vuelvas al mismo lugar del cual

 saliste huyendo!!
Todo son ruinas...
Nada quedó... Solo son ruinas,
y el fuego del dolor todo lo destruyó...


¿Recuerdas cuando tus delicados pies,
calzaban finas zapatillas?

Pero al pisar el suelo...
El lodo te embarró...
y caíste una y otra vez.
Cuando creíste en los milagros...
Soñando en que
"Ese cretino se volvería fino"
¡¡¡Y tal vez un caballero!!!
¿Aún crees en el cuento, del horrible
sapo, que se convierte en príncipe?
Hoy...
Eres solo una mujer...
Ya no más princesa ni reina del
príncipe amado.

Esta reina ha tenido que edificar
un nuevo reino... Austero, sin lujos,
ni hermosos floreros, ni vaporosas
cortinas por donde penetre la pureza
del aire fresco, un lugar oscuro donde
las ventanas permanecerán por siempre
cerradas...
Ya nunca jamás se rodeará de feroces
dragones...
Ahora será de abrojos de largos tallos
y de espinos filosos.
Nadie entrará en esa torre tan alta...
Porque los vigías que velan por su
seguridad...
Son la mala experiencia que vivió...

Y el recuerdo del inmenso dolor,
que antes sintió...

Y la corona metafórica que hoy ostenta
en su cabeza...
Es la precaución...
No...
Ella ha dejado de soñar... ya no sueña...
Ni creé en nada ni en nadie...
Porque la luna que antes fuese de brillante
plata...
Por ahora luce opaca...
Y hoy solo camina entre densa y oscura
noche, recogiendo del suelo, las estrellas
que son sus pisoteados pensamientos...
Y los guarda en lo más profundo de su
acongojado corazón...
Junto con sus sentimientos heridos.


Copyright derechos reservados 
Escrita por Ely.Rmz.



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