El amor que se entrega como un simple vasallo
ante su Rey soberano y ahora también dueño,
              de su  voluntad completa.
 ¿Qué te espera, oh vasallo o que esperas?
  de ese soberano?
¿Una migaja que caiga de su mano? O...
¿Una caricia de su mano altanera?
 Con desprecio te mira de soslayo...
Arruga el gesto con dureza...
Solo al ver tu actitud de esclavo.
Cuando truena sus dedos con presteza.
Y a sus pies te postras... tu mirada inquisidora
ante el más mínimo de sus deseos...
Ávido de complacerlo... solo quieres recibir,
una débil sonrisa... no porque te agradezca tú
noble gesto... sino por tu prontitud, de complacer
su más mínimo deseo.
Con el mejor ánimo reflejado en tus ojos... y las
reverencias de tu cuerpo entero.

Copyright Derechos reservados

Escrita por Ely Rmz