Rincón Poético

En una taza, formada de mi imaginación. Decidí verter, un poco de mi sufrimiento, un poco de mis decepciones, y un chorro de mi dolor... Y la llené con las lágrimas, que brotan incesantes en mi corazón... Al verla llena y rebosante, como la espuma del embravecido mar. Y sus olas amenazando, con desbordarse... Pero más abajo, y con la misma imaginación... Bebiendo mi café,  lento y sin apuros. Imaginándome en las olas del mar  de mis pensamientos. Sorbo a sorbo... Me fui hundiendo lentamente en el sillón, y mientras asimilaba  el parecido de esta metáfora, contemplada en mi mente... Viendo el parecido, literal...

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He mezclado los latidos de mi corazón,  con el sonido de la lluvia. En un abandono total de mi incoherente  razón; entrelazando las sensaciones del dolor y de la soledad que me envuelve. En mi mente llena de los recuerdos de las imágenes vívidas de mis otrora tormentos... Los sentidos de mi vista y oído; han formado mi propia sinfonía, la cual sin  llegar a una total oscuridad, tiñeron de gris  mi vida vacía... Vida que no obstante, que por un rayo  de sol, por leves momentos se esclarece,  envolviéndola en esa tonalidad grisácea  y lo oscuro se desvanece... Pero luego, al desvanecerse ese rayo de luz; la oscuridad se vuelve más negra y me...

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Los latidos de mi corazón, formaban  una lúgubre sinfonía, Una lamentación, que era como un  suave bramido, lleno de dolor, que resonaba en mi cabeza,  mientras mis manos, se deslizaban  con destreza, en las labores de mi hogar. ¡Cuánta tristeza! ¡Oh, cuánto dolor!¿Cómo puede caber tanto en el corazón? Por qué no se expulsó, y salió como  el vómito? Que es expulsado por la boca.  Y el estómago siente una sensación  de bienestar?Quizá mi corazón, hubiera experimentado un poco de ligereza, de esa honda tristeza...  Que me apretujaba en el interior...  Y así pasó el tiempo...  Ignoro la capacidad del ser humano, para...

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 Al llegar a ese lugar... Te vi...  Volteaste  hacia mi, y me perdí en  la iris de tus ojos... Nunca imaginé que me diera tanto  gusto verte. El coraje que sentía, ya se ha ido...  Solo ha quedado un enorme vacío en  mi corazón...  Por un momento me sentí nervioso... Y es que no esperaba encontrarte así,  tan de repente, y si dudé al estrechar  tu mano fue porque... Al ver esas manos de piel tan suave,  como el pétalo de una rosa...  me vinieron a la mente las caricias  que  de ellas, en otro tiempo recibiera... Es de noche y sin poder dormir, estoy evocando los recuerdos de...

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