La Poesía de mi vida
EL DERECHO DE VIVIR... SIN MIEDO.
23:36:00Como ser humano peleo aún
por mi derecho para vivir...
Por sentir esa felicidad que
no conocí...
Mi vida fue robada y jamás
recuperaré el tiempo,
que perdí.
¿Entonces cómo puedo
deshacerme del miedo?
¿Porqué las sombras no se
disipan y la espesa niebla
me impide hacer que mi
caminar sea más tranquilo
y mis pasos más seguros?
¿Porqué no me deja ver el
suelo que piso?
Voy a tientas...
Y esa niebla que nubla mi
razón no me deja ver por
dónde voy... Y al no ver bien...
El terror me sobrecoge;
mi piel se eriza y mi
mente juega con mis
miedos, haciéndome,
Creer que él aún me persigue.
Mis ojos muy abiertos tratan
de ver más allá de esa niebla,
mi oído está presto a cualquier
ruido...
Quizá corra como siempre
y me caiga una y otra vez,
levantándome, sin ver mis
heridas y la sangre que por
mi cuerpo se desliza.
Fue mucho el tiempo en el
cual vagué por esa niebla...
Que hasta mi razón se embotó.
No fue ciencia ficción,
ni una telenovela, y así
como yo sufrí;
yo sé que muchas mujeres
corren, literal o metafórica,
pero corren para salvar
sus vidas; en medio de
esa misma niebla y con
el mismo terror,
temiendo lo peor...
No...
Al contrario de lo que
muchos piensan...
la muerte no es lo peor...
Lo peor es sufrir todos
los días el mismo horror.
La muerte es algo que
yo esperé y nunca llegó...
Día con día abracé esa
ilusión, morir era lo
único que en ese tiempo
deseé, como única
salvación.
Hoy...
Me revuelco en lo que
deseé en esos días,
meses y años.
No...
No era por cobardía, era
por el intenso dolor que
invadió mi ser en completa
agonía...
Ahora...
Es absurdo creer que al
ser rotas las cadenas.
Ya no arrastraré otras
cadenas...
Las del recuerdo que
para siempre me marcó,
no solo el corazón...
También a... Mi mente antes lúcida
para no cometer un error,
y poder sobrevivir a ese
peligro inminente.
Ahora mi mente está turbia
y no me permite
razonar...
Qué es lo que voy a hacer o
qué es lo que no me conviene
hacer.
Mirando el lado positivo del
futuro que no puedo aún
alcanzar.
Verme al espejo y al no
encontrar mi cara en él...
Porque sigo sintiendo lo mismo...
Que soy nadie...
Porque... ¿Quién soy yo?
Que ya ni en el espejo me
puedo encontrar.
Y no es que haya desaparecido
es...
Que esa persona que ahí veo
simplemente, no es mi reflejo.
En lo único que coinciden es;
en esa infinita
refleja, y en mi boca, que
alguna vez tuviera sonrisa;
la amargura y la decepción.
Cambiaron esa sonrisa,
y que ahora es solo una
mueca que refleja su dolor.
Mi cuerpo que fuese el de
una otrora reina y que,
todas estas cosas...
Ella vivió en la opulencia...
Pero que ahora es una guerrera
llena del polvo del camino;
y que hoy se debate ya no
en su sangre...
Sino en su propia miseria...
Eso es lo que le quedó después,
de vivir esa cruenta guerra.
No voy a negar que cada párrafo
de la poesía de mi vida, la escribí
con los ojos llenos de llanto.
Esas lágrimas que junté, por tanto,
y tanto tiempo, hoy fluyen sin
control y las dejo que se deslicen
por mi cuerpo.
Antes le negué a mis ojos
el derecho de verter una
sola gota que, denunciara
mi quebranto.
Mi adversario me vio altanera,
soberbia, como una reina que
nunca mostró su pena...
Sí... Soy soberbia y altanera...
Y no me enorgullezco de serlo;
pero esas actitudes me ayudaron
a sobrevivir.
Cuando él se fue a dar cuentas
a su creador y dónde más tarde
que temprano he de dar cuentas
yo...
¿Me siento culpable,
de no perdonarle aún?
Porque tengo la duda...
Si lo perdoné...
¿Por qué no puedo olvidar el
horror que me hizo vivir?
¿Por qué mi corazón se envolvió
en una tonada triste?
¿De una victoria que me ha
dejado desolada?
Y mi corazón late tan suave
y lento, como presintiendo el
peligro que al parecer ya se
terminó.
Y así...
Los recuerdos me envuelven y...
Me muerden el corazón,
de la misma manera, que;
en una ocasión, una serpiente
la mano me mordió...
Sí... Fue algo literal, porque
Él fue como una serpiente y
me mordió en la mano que
de una forma generosa le tendí.

Esa mano que generosa se
le brindó.
Y el veneno que inoculó
en mi ser; es ese miedo
que a mi razón pierde,
porque...
Seguir viviendo con miedo;
día con día y tener
pesadillas de su crueldad a
la que sobreviví...
Aunque en la terapia se diga,
que esas pesadillas...
Son la indicación del progreso
a esa cura, que mi interior
necesita.
Hay algo que...
Me llena de rabia y coraje...
¿Qué se creyó ese hombre,
que me hizo tanto sufrir?
¿Por qué deseé morir para
ya no soportar el dolor?
¿Porqué no se me borra
el recuerdo de esas
cicatr
Que en mi alma dejó?
Mucho tiempo quise
no ser yo...
Quería ser cualquier mujer...
Menos yo... Y...
Soñé con la felicidad...
Como si fuese una fantasía,
porque para mí, la felicidad,
simplemente no existió...
Si no hubiesen nacido mis
bebés, me habría dejado morir;
ellos fueron el ancla que me
aferró a existir y a resistir.
Ellos fueron la gota de miel
que bebí en medio de la
amargura que me envenenó
el alma...
Y la única compañía
en mi terrible soledad...
Estando yo en medio
de tanta gente caminando
a mi alrededor....
Que para mí, esa gente
no existió.
En medio de mi dolor...
Yo me negué a verlos...
Y siendo yo como un espectro,
por eso quiero creer que ellos
no me notaban a mí, o no veían
que estaba yo ahí, o si no me
querían ver...
Tomé entonces una decisión...
No volteé a verlos, tampoco yo.
Al irse él para no volver
jamás...
Todo pareció terminar...
Fue entonces cuando me
me di cuenta...
Que apenas comenzaba,
el más doloroso proceso...
Y...
Está muy lejos el lugar que
quiero encontrar ...
Un lugar donde pueda vivir
sin miedo y recuperar esos
derechos que un día perdí.
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Derechos reservados
Escrita por Ely.Rmz
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