NEGRO EL INTERIOR DEL ALMA Y VACÍO EL CORAZÓN.

Negro el interior...  Cuando partí esa nuez de amargo sabor... Aun así la comí...  Era más grande mi hambre, que el asco que sentí...


Negro el interior... 
Cuando partí esa nuez de amargo sabor...
Aun así la comí... 

Era más grande mi hambre, que el asco
que sentí...
Así de amargo fue el amor que un día
sentí... Cuando le conocí...

Al único hombre que amé... Tenía negro
el interior de su alma y vacío el corazón.
Caminando por el sendero de la vida,
ahí lo encontré...
Solo que... El de regreso venía...
Traía heridas...


 Y el ardor del desamor ya había probado.
Hube de pagar por esa deuda, que yo no debía. 


Y el más amargo sabor bebí... 
Del cáliz de su ira lo recibí.

En la soledad de mi cama desahogo 
mi alma atribulada y si usted pudiera 
leer mi mente... ¡Lloraría conmigo!

¿Nunca ha sentido ese nudo amargo,
en la garganta, que se hace cuando 
se quiere llorar; pero que no lo hace 
porque, no quiere ser visto de los demás?
Aprendí a llorar sin derramar una lágrima.
A sonreír y a fingir para evitar la lástima.
Lo que nunca logré aprender fue a fingir 
la felicidad... 

Recuerdo que me dolía... 
Amar me dolió tanto, que juré no amar 
nunca más...
Me sentí hipnotizada al ver su sonrisa...
Para los demás... ¡Nunca jamás para mí!
Y mi corazón murió aquel día en que
cuenta, me di, que la amó, como yo a él
lo amé un día...
Nadie tuvo idea de lo que significó para
mi, recoger los pedazos de mis sueños
destruidos...

He tenido que recoger del suelo mis más
grandes anhelos y la dignidad que perdí.


Me rompí en mil pedazos... 

Solo que aprendí,

a no hacer mucho ruido.

Copyright Derechos reservados
Escrita por Ely Rmz

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