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Danzando al ritmo del saxo  elegante... Y siguiendo el ritmo de un lento  blues... Mis oídos se deleitan con esa  suave melodía...

Danzando al ritmo del saxo  elegante... Y siguiendo el ritmo de un lento  blues... Mis oídos se deleitan con esa  suave melodía... Que no solo me invita a la  melancolía y a deslizar  mis pies; al ritmo de su    sinfonía.  Caí al suelo de rodillas y de nuevo me invadió, el recuerdo... Más de mis penas, que de mis alegrías... Empiezo un nuevo día. Una suave congoja, me oprime, el pecho cuando los recuerdos vuelven de nuevo, y caigo en total derrota... El relámpago alumbra con claridad mis desdichas...   Y de mis ojos las lágrimas  brotan... Quizá es por...

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A mí no me persigue la ley... Ya estoy presa de los recuerdos que ayer pasé. ¡Oh cielos! ¡Basta de esos recuerdos! Que ya no me ...

A mí no me persigue la ley... Ya estoy presa de los recuerdos que ayer pasé. ¡Oh cielos! ¡Basta de esos recuerdos! Que ya no me lastimen, que no me hieran más... Enloquecida he gemido, y ahogado ese grito que perenne en mi boca; a su tiempo no se oyó...  ¿Alguien hubiese pedido piedad a mi favor? Arrastré con lentitud mis pasos en la vida... Punzantes heridas, plantas encallecidas, lacerado mi interior...  Llagas con pústulas, Los pies eran lo menor...  Mi corazón dejó de sentir... ¡Eso! Era lo más peor... ¿Cómo le hago para volver a sentir? ¿Qué detendrá mi caída?  Los esfuerzos...

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Hay mujeres que hoy en día... Veo que  ellas pelean como guerreras,  han dado  una buena batalla, ganadas victorias ... Soportado  las...

Hay mujeres que hoy en día... Veo que  ellas pelean como guerreras, han dado  una buena batalla, ganadas victorias... Soportado las derrotas con entereza. Como si fueran robots insensibles al dolor, se ponen de pie y siguen en la contienda. No veo en sus caras el miedo... Veo la valentía que las impulsa. Yo... No fui como ellas... Era una simple mujer creyéndose princesa,  esperando inútilmente las fuerzas que me  sacarán de mis tristezas. Que otro peleara mis propias guerras. No... Nunca hubo quien me defendiera, No había súbditos que me protegieran. Porque esos súbditos eran mis propios sentimientos, y los amarré con...

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